El 16 de junio de 1823 la Diputación Provincial de Guadalajara declaró: “que es llegado el caso de hacerse el pronunciamiento tan deseado, de erigirse esta Provincia en Estado soberano federado con los demás de la grande Nación Mexicana, con el nombre de Estado Libre de Xalisco”. Posteriormente, el 14 de septiembre del mismo año se instaló el Congreso Provincial Constituyente del Estado de Jalisco.
Así surgió el Congreso, a la vez que Jalisco se erige como entidad federativa, es el Federalismo el que le dio cohesión a la lucha política sostenida por los liberales en todo el siglo XIX.
El 18 de noviembre de 1824 se aprobó la primera Constitución Política del Estado, conteniendo los fundamentos de la naciente vida institucional y en marzo de 1825 se decretó el primer Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso (equivalente a la actual Ley Orgánica del Poder Legislativo), que estableció la organización, gobierno interior y protocolo para su funcionamiento.
Sedes
Al establecerse el Congreso en 1823, ocupó el edificio del antiguo Ayuntamiento de Guadalajara (Casa de Cabildo), que se encontraba ubicado en la calle Morelos esquina con Pino Suárez, espacio que hoy forma parte de la Plaza de la Liberación, sesionando ahí durante los primeros años y debido a que el techo se encontraba en malas condiciones se aceptó el ofrecimiento de los Reverendos Padres Provincial y Guardián del convento de San Francisco. El 31 de agosto de 1827 se trasladó a continuar su periodo de sesiones al Salón de los Ángeles del mencionado convento, clausurándolo el 30 de septiembre.
Al cerrar el Congreso sus sesiones, solicitó al Gobernador diera las gracias a los Reverendos Padres por la buena disposición que manifestaron al permitir que se celebraran parte de las sesiones en dicho convento. Así mismo se le pidió proporcionar un salón en el palacio de gobierno para continuar con los trabajos de la comisión permanente, en tanto es reparado el que está destinado para dicho Congreso.
Por decreto número 406 aprobado el 24 de noviembre de 1831 se dispuso que el día 4 de diciembre debían reunirse en la ciudad de Lagos de Moreno los tres supremos poderes del Estrado y el Excelentísimo Consejo de Gobierno. Este traslado duró muy poco, ya que para el 18 de enero de 1832 ya se encontraba el Congreso sesionando en Guadalajara.
La inestabilidad política que se vivía en Jalisco, los triunfos esporádicos del Partido Conservador y el bajo presupuesto, fueron los factores que retrasaron las obras del primer proyecto, para que el congreso del Estado contara con una sede propia. Este proyecto, que nació en 1827, consistía en adquirir la iglesia de la extinta Real Universidad de Guadalajara, con las “piezas anexas a ella” y acondicionarla con un pórtico, el Salón de Sesiones, Sala de Comisiones, Secretaría, Archivo y Biblioteca. Transcurrieron varios años, hasta que en 1870 este local fue ocupado finalmente por el Congreso jalisciense.
Durante el gobierno de Ignacio L. Vallarta se construyó un local para el Congreso en el Palacio de Gobierno, el cual se inauguró el 16 de septiembre de 1873 a las 10:00 horas; el arquitecto David Bravo elaboró el proyecto y la construcción fue realizada por Teodoro Rentaría; el techo estaba decorado con pinturas de don Felipe Castro y 31 retratos de personajes de nuestra historia ornaban el Salón de Sesiones.
En la edificación de este recinto participó la ciudadanía con donativos voluntarios; todos los empleados de gobierno cedieron parte de su sueldo y hombres de la libre empresa donaron materiales.
Durante un breve periodo en el año de 1927 el Congreso sesionó en el Palacio de Justicia por escasos cinco días.
Durante el gobierno de Everardo Topete (1935 – 1939) se concluyó el edificio proyectado para el Poder Legislativo, actualmente ocupado por la Rectoría de la Universidad de Guadalajara. En el año que se concluyó la obra, ésta le fue entregada a la Dirección de Estudios Superiores y nuevamente el Poder Legislativo se quedaba sin edificio propio.
Al terminar la época de los años setenta las instalaciones que ocupaba el congreso en el área oriente de la planta alta en el Palacio de Gobierno, resultaban insuficientes para realizar el trabajo legislativo, y fue así cuando se planteó rescatar los edificios localizados en las calles de Belén y Pino Suárez, entre Hidalgo e Independencia, para albergar al Palacio Legislativo. Se logró el apoyo total del Gobernador del Estado, fueron adquiridos estos inmuebles y de inmediato se procedió a su restauración, remodelación y acondicionamiento, para transformarlos en el Palacio Legislativo. La obra que concluyó en el lames de enero de 1982 fue inaugurada el día 5 de febrero y utilizada como nueva sede oficial del Poder Legislativo a partir del día 23 del mismo mes y año.
En el Recinto de Palacio de Gobierno fue en donde el Congreso sesionó durante más tiempo, ya que hasta el año de 1982 trabajó en esa sede, o sea durante 109 años, exceptuando breves periodos, como lo fueron: el traslado de los poderes del Estado a ciudad Guzmán, en plena contienda revolucionaria, del 12 de diciembre de 1914 al 21 de enero de 1915 y del 8 de febrero al 27 de abril de 1915; y finalmente en el año de 1977, en que la XLVIII Legislatura celebró el primer período ordinario de sesiones y un período extraordinario en el efímero Palacio Legislativo “primero Centro de Convenciones y actualmente Foro de Arte y Cultura”, determinándose de nueva cuenta su traslado al Palacio de Gobierno.